Armstrong se rompe, ahora juega Contador

Cuando en plena Vuelta a California, y para limar aristas con Alberto Contador, Lance Armstrong decidió participar en la Vuelta a Castilla y León, cambiando de súbito sus planes y rompiendo todas sus normas, rarísimo en una persona que tiene etiquetado cada segundo de su vida en los próximos dos años, va y el primer día de carrera en España, en la primera montonera que se forma dentro del pelotón, se va al suelo y se rompe. El único que se rompe del centenar de ciclistas que participan. Rotura del tercio medio de su clavícula derecha, es el parte que emitió el portavoz oficial del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde llevaron inmediatamente a este mito viviente, ganador de siete Tours.

El accidente sucedió entre Paredes de Navas y Baltanás, a unos veinte kilómetros para la meta. Justo se originó una montonera de ciclistas, que pilló al mito estadounidense en el medio. La noticia cayó como un mazazo en el seno del equipo Astaná. Levy Leipheimer, su lugarteniente, escribió en su página: “Mierda, Lance se cayó y esta fuera, posible rotura de clavícula”.

Nada más confirmarse los pésimos augurios que se cernían sobre Armstrong, el colíder del equipo, el español Alberto Contador, mostró su pesar: “Lo siento muchísimo, porque (Lance) había decidido venir a correr a esta carrera, pues decía que era una buena posibilidad para conocernos mejor. Pero ha tenido mala suerte. Yo ahora le deseo mucha suerte y que se recupere lo antes posible. Ojalá llegue a tiempo y en forma para el Giro”.

Lance Armstrong ha decidido viajar lo antes posible a Estados Unidos, seguramente a Texas, para ponerse en manos de los especialistas en Traumatología de su país. Uno de sus fieles compañeros de equipo nos aseguraba ayer que el corredor y sus médicos tratarán de acortar al máximo los plazos, no siendo descabellado que Lance, con un vendaje especial que inmovilice su parte dañada, pedalee sobre una bicicleta en quince días. Pero lo cierto y verdad es que Armstrong ha sufrido un fuerte revés, que hace peligrar su participación en el Giro.

Mientras se recupera The human machine (la máquina humana) en sus tierras tejanas y montañas de California, el peso de Astaná corre a cargo de Alberto Contador. Ahora sí. Le toca.